Cada vez que alguien nos pregunta “¿qué sigue?, ¿hacia dónde vamos ahora?” me surge la incertidumbre de una falta de visión de muchas de las personas que estamos trabajando en México por la inclusión LGBT en los espacios laborales. Darme cuenta que siguen haciendo falta liderazgos reales y contundentes en muchas áreas.
Es momento de empezar a separar los temas que suman la inclusión de la diversidad sexual en el ámbito laboral y dejar de echar todo en el mismo cajón. Que se sigan explorando ya profesionalmente los diferentes pilares y dejar de ser todólogos.
Sin duda he sido testigo de una gran multiplicación de personas y empresas interesadas en el tema; que el contagio y curiosidad por dar este paso en tema de los derechos humanos de las personas es innegable.
Pero a la vez hay un gran porcentaje de mismas caras, mismas ideas y mismo abordaje de ideas que se han escuchado por varios años seguidos. Algunas caras que ya han dado un paso atrás o a un lado para dar lugar a nuevos grupos y generaciones, pero aún no hay pasos agigantados que surjan de lugares inesperados.
Al escribir estas líneas estoy muy crítico con lo que he visto y escuchado últimamente. Darme cuenta que solo se está pensando en hacer lo mismo, “más grande y más ruidoso”, “ahora si lo vamos a comunicar mejor”, “ahora si no nos va a faltar esto o aquello”. Frustrante de ver que sus opciones son “como lo hicieron allá, ahora lo vamos a hacer acá”, “ahora yo voy a hacerlo antes para que me vean más”, y el temido “este año si nos tiene que salir mejor”.
El futuro es todos los días y sin áreas formales de planeación y liderazgo interno, con presupuesto dentro de las empresas, se estarán repitiendo los mismos errores. La gente se cansa, se cansa de lo mismo y se aburre de no ver diferencias. Es el momento de demostrar lo aprendido y dar lugar a la diversidad de ideas, de regionalizar estrategias, de salirse del centro y ver más allá de los mismos grupos de liderazgo que han estado a cargo por los últimos 3, 4 ó 5 años.
Si por supuesto que está genial ver y conocer que cada vez hay más entidades y personas que quieren saber qué se está haciendo. Pero al buscar entender los “porqués”, sólo se están repitiendo los “cómos”. Cada oleada de nuevas empresas sumadas al tema, trae muchas que solamente están llegando a repetir muchos de los errores que he visto en los últimos cinco años.
Si hay que llenar salas y salas de eventos, consumir cocteles y canapés, pues claro que ahí estarán. Siempre hay personas que quieren encontrar la receta secreta en los discursos de alguien más. En hacer un copiar-pegar de acciones de otros, pero sin la visión de la personalización y adaptabilidad a los entornos específicos de cada entidad laboral.
Veo un gran peligro en la falta de desarrollo de nuevos liderazgos. Es tiempo de que una empresa arrope a otra por el mero hecho de “sumar” y “ser más”, sin cuestionar el estar preparados y los recursos con los que se cuentan.
Dejar de ser una o dos personas con excelentes intenciones, a tener un respaldo institucional estratégico que lleve los esfuerzos de cada empresa a un lugar específico.
Viene este tiempo del año en que se están cerrando un gran número de presupuestos y planes de trabajo para el siguiente ciclo laboral. Es tiempo de innovar.
Conozcan a su propio universo interno. Descubran nuevos problemas y oportunidades. Ya sea a través de investigación interna, de grupos de discusión bien representados y conociendo las problemáticas regionales de cada centro de trabajo que se tienen.
Creen nuevas soluciones. Es tiempo de que sorprendan a conocidos y extraños en fórmulas de integrar, capacitar y transformar la conciencia de las personas.
Inviertan en nuevos prototipos y pruébenlos entre sus equipos. Confíen en que esas mejores ideas generadas por los propios equipos internos son las mejores. Dejen de importar ideas y acciones por una falta de confianza en las propias.
Implementen las mejores ideas. Así empezamos muchos en esta nueva área de trabajo, ¿qué no? confiando y apostándole a ideas diferentes, alternativas y creativas; adaptables y constructivas.
Esto no deja de ser un negocio ¿o si? ¿seguiremos haciendo lo que mi competencia hace? ¿me seguiré uniendo a mi competencia para hacer más grande de lo mismo de siempre? Así también dejar de perderle el miedo a medir y evaluar para avanzar.
Inclusión laboral y diversidad sexual
Francisco Robledo
ADIL Diversidad e Inclusión Laboral – Socio Fundador