Hoy, 31 de marzo de 2020, se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Trans (Travestis, Transgénero, Transexuales) con el objeto de poner énfasis en el valor de la vida de cada persona Trans en el mundo, celebrarla y, por supuesto, reconocer, identificar y atender los enormes retos en materia de inclusión y respeto a sus derechos más esenciales.
Las fechas nos permiten justo eso. Detenernos y evaluar dónde estamos. Cómo es que llegamos a este lugar y cuál es el camino que falta aún por recorrer. Las fechas, más allá de ser un simple número, nos permiten hacer un ejercicio puntual y consciente de nuestro alrededor, de los retos que tenemos enfrente. Desde ADIL queremos invitarte a eso, a reflexionar.
En México, puede decirse que han habido algunos avances importantes en la lucha por el reconocimiento de derechos para la población Trans. En 2006, por ejemplo, en el entonces Distrito Federal se modificó el código civil para permitir, por primera vez en el país, que una persona Trans pudiera levantar una nueva acta por la reasignación para la concordancia sexo genérica. En 2009, la Ciudad de México elimina el juicio en el proceso de cambio de identidad de género, para convertirlo en un trámite administrativo. Para 2020, ya son más de diez los estados que han aprobado leyes de concordancia sexo genérica. El Instituto Nacional Electoral (INE), a través de una estrategia sin precedentes, ha posibilitado que más de once mil personas puedan cambiar su nombre y/o sexo en su credencial para votar. Donde de estas, el 55% son menores de 24 años.
Ahora bien, aunque estos cambios van encaminados a un mayor reconocimiento de derechos, estamos aún lejos de que se traduzcan en beneficios reales y tangibles. México sigue siendo, por ejemplo, el segundo país, sólo después de Brasil, más peligroso para ser una persona Trans. La expectativa de vida de una mujer Trans es de 35 años. La discriminación laboral es una realidad. El acceso limitado a los servicios de salud, con las particularidades que requiere esta población, es hoy una realidad que violenta sus derechos más humanos.
La buena noticia es, sin embargo, que las empresas hoy en México tienen el poder de cambiar las cosas. Es de fundamental importancia que se elaboren e implementen políticas de acompañamiento en transición a nivel nacional, así como estrategias puntuales de atracción de talento diverso que incluyan a estas personas, con especial atención a las juventudes Trans.
Vale la pena que hoy, 31 de marzo, nos detengamos un poco a reflexionar sobre qué hacemos puntualmente para darle visibilidad a las personas Trans, reconocer no sólo los retos que enfrentan sino la inmensa gama de oportunidades y la riqueza que representan para el sector privado y la sociedad en general.
Hoy, más que nunca, en el contexto actual que enfrentamos como humanidad, la crisis provocada por el COVID-19, vale la pena echar reflectores y poner atención en los grupos en mayor situación de vulnerabilidad. Tenemos la oportunidad de aprovechar la coyuntura y reconocer al espacio laboral como epicentro de la transformación social. Que tu empresa siga siendo ejemplo de inclusión, líder en la implementación de políticas y estrategias que propicien espacios seguros para todas y todos. Aprovechemos, juntas y juntos, la oportunidad de transformar y crear un país más incluyente, más justo y más equitativo.
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Angel Candía Casarín – angel@adilmexico.com
